Un slum no deja de ser un asentamiento de gente sin recursos que se instala a las afueras de las grandes ciudades y poco a poco lo convierten en un anexo de esta ciudad. Desde que aterricé a Kampala, tenía claro que quería visitar uno de estos asentamientos y a ello me puse.
Como siempre, una de las mejores maneras es hacer buenas migas con la gente del hotel de turno y que ellos te hagan las consultas, llamadas, etc… luego les invitas a una cena por los servicios prestados y todos contentos. Ellos consiguieron tras una mañana de teléfono, mails, buscar gente en Facebook y consultas en Internet, contactar con un chico que ha vivido y crecido en un slum y ahora trabaja para mejorar las condiciones de sus vecinos.
conocer personas altamente sensibles
Fácil llegar no fue, varias boda-boda (moto-taxi) por Kampala, que eso significa conducción temeraria, embotellamientos y mucha tensión. Y una vez ahí, encontrar a la persona de contacto, Roland, acompañado por su colega Eric.
Ni que decir que pasé a ser la atracción, que un extranjero venga a hacer fotos, se preocupe por explorar su pueblo, que hable con ellos, y que prefiera estar en ese lugar a otro turístico, les choca.
La experiencia brutal, adrenalitica, enriquecedora, excitante y para recordar toda la vida. Las fotos cuentan esa visita, las fotos cuentan en que condiciones viven y con estas fotos intento mostrar la otra realidad fuera del turismo en Uganda.
FOTOS DEL SLUM NAMUWONGO DE KAMPALA
“Nos vemos en el camino”