Camboya, febrero de 2009
Histérico, agobiado, malhumorado, pedaleando por un tortuoso camino de tierra en obras, en medio de Camboya, a más de 40 grados y peleándome con el polvo que revoloteaba en el ambiente me encontré con esta bocanada de aire fresco.
En medio del caos que me rodeaba había tres niñas jugando en un charco de agua de los que uno no se metería. Ellas eran felices, sonreían, saltaban, chapoteaban, se tiraban agua unas a otras y simplemente, hacían de niños con una despreocupación que te hipnotizaba. Se encontraban a unos 20-25 metros de la carretera y estaba tan agotado que no me apetecía dejar la bici, esquivar todo el barrizal y acercarme hasta ellas, así que cambié el objetivo de la cámara, puse un zoom y empecé a disparar fotos a las tres, individuales, colectivas, y finalmente capturé este instante en el que esta niña salpicaba agua embarrada llena de felicidad.
Es una de las fotos que más ha gustado siempre, sencilla pero muy gráfica de lo fácil que es divertirse si uno quiere divertirse.
aries mujer soltera en el amor
Información de la foto: 300mm / f11 / 1/400s / ISO 400
«Nos vemos en el camino»