Perdido en una finca de Buga en el Valle del Cauca

Uno de los motivos que más me mueve a viajar y decidir a qué destino voy cada año, es el de visitar a los amigos hechos en viajes. En este caso, en mi decisión de dejarme ver por Colombia, tiene mucho que ver Davinia.

Nos conocimos online mientras ella vivía en Mozambique y buscaba info de Australia, después, un par de visitas a Barcelona y otras tantas a su Granada natal, y tras eso y ser su padrino de boda, la vida la ha llevado a vivir a Colombia y ha acabado en una finca perdida por el Cauca, que ella misma se ha encargado de promocionar en forma de «provocación» hacía mí. ¡Pues para allá que vamos!.

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La finca o burbuja de la que hablo situada en el Valle del Cauca. Refugio ideal para relajarse 3 días.

Siempre he dicho que algo que me fascina es perderme en lugares remotos del mundo, tener esa sensación de mirar alrededor y preguntarme… ¿Cómo has acabado aquí? Me encanta pensar «estoy en vete a saber dónde de cualquier país», me emociona caminar solo en cualquier ruta lejana, me ilusiona ir en un bus con gente local por cualquier carretera de tierra y me enloquece llegar a lugares donde soy el único extranjero. Cosas todas ellas que se están dando mucho en este viaje, y sensaciones que he tenido al llegar a este lugar.

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El descanso del mochilero, que bien van estos lugares para hacer un stop tras 3 semanas sin parar

Davinia, estos meses en Colombia, ha tenido su burbuja en una finca a las afueras de Buga. Llegar ahí para pasar 3 días aislado del mundo ha sido genial, y compartir ese tiempo con ellos, más aún. Por momentos me ha recordado estar en la típica imagen de una peli donde el malo se esconde de los buenos llegando a un lugar remoto con su jeep por una carretera polvorienta o en el también típico lugar que la gente elige para pasar del mundo feliz con tu familia. Un entorno fantástico y una experiencia enriquecedora, una más.

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En el mirador de la finca poniéndonos al día tras un año sin vernos
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Aquí todo el mundo se relaja y disfruta de la tranquilidad

En los viajes, ver cosas bonitas está muy bien, pero compartir estilos de vida locales, es una maravilla.

«Nos vemos en el camino»