VIAJEROS DEL SIGLO XXI
En mi familia hace tiempo que me dan por imposible, tras años “recriminando” que no diga nada cuando estoy en otro país ya han desistido. No lo entiendo, si cuando me fui un año a Australia los contacté a los 3 meses y cuando estuve un año en Asia llamé a casa a los 4 meses, no comprendo sus quejas, encima que les dejo descansar un tiempo de mi.
A lo que voy, esta Navidad la he pasado en Irán, este país vive de una forma muy distinta a la nuestra y el gobierno se ha empeñado en restringir la libertad de sus habitantes. Las redes sociales están bloqueadas y muchas cosas en Internet también, así que tal como puse un pie en el aeropuerto, ya sabía que no tendría opción alguna de comunicación con el exterior. Bueno, miento, si que hay, a través del teléfono, pero mi religión viajera no me permite usar este medio cuando estoy en otro país. Así que tomé una decisión, durante 15 días no iba a tener contacto con nadie de fuera de Irán. Ni móvil, ni correo electrónico ni redes sociales (esta última por obligación como he dicho antes).
¿Y qué tal? genial, una sensación muy buena, he meditado mientras andaba por la calle, he observado todo cuando me sentaba a tomar algo, he hablado con mucha gente, locales, turistas, con todo el mundo, increíble. He regresado limpio, con una sensación de bienestar mental buenísima, con una energía positiva como de pocos viajes he vuelto y lo más importante, he disfrutado cada minuto que he pasado en Irán, que al final puede que solo este una vez en la vida y había que exprimir la experiencia.
Al viajar solo, muchas veces cuando doy por finalizado el día y me refugio en el hotel de turno, dedico unos minutos a publicar alguna foto, a chatear con algún amigo, etc… todo con el ordenador claro esta. Pero esta vez, el cuerpo me ha pedido ese tiempo para pasar más rato en la calle, me he sentado muchas veces en una plaza para apurar los últimos momentos del día antes de ir a descansar. Una prueba más que cuanto menos dependencia de la tecnología más quieres vivir todo. Parece mentira, pero el no tener en la cabeza… “luego me conecto y publico, o luego me conecto para charlar con alguien o luego me conecto para ver que pasa” te relaja mucho.
Mi visión fotográfica hace que observe mucho y una de las cosas que me ha parecido contradictorio en este viaje son los nuevos viajeros. Yo soy de la vieja escuela, pero ahora se lleva el viajar con un teléfono en la mano, el publicar a los 4 vientos donde estoy, que estoy haciendo, con quien estoy. Me parece curioso ver como la gente llega a un lugar mágico y lo ve a través del teléfono, nadie se detiene a observar, simplemente llegan, se mueven buscando donde hacer los selfies, “fichan” y se van a por otro destino… !!!Pero si estás en un lugar único¡¡¡ !!!Habla con la gente autóctona del lugar¡¡¡ !!!Siéntate un rato a observar¡¡¡ !!!Disfruta el momento¡¡¡ pero no, el nuevo viajero vive pendiente del teléfono, habla a diario más con la gente de su país que con la que le rodea en el destino, busca desesperadamente un lugar con wifi y viaja con la cabeza agachada, es decir, esta de viaje pero no quiere desconectar de su país, contradictorio.
P.D. Por supuesto es mi opinión, y claro esta que no todo el mundo hace lo que comento, pero que es una tendencia cada vez más grande, si que lo puedo asegurar.
“Nos vemos en el camino”