Una vez visitado 50 países hago mi top five de lugares favoritos o que más me han impresionado y marcado. El orden no implica preferencia.
1- Lago Inle (Myanmar)
Siempre que me preguntan por mi país favorito de los visitados hasta ahora, respondo Myanmar y siempre que me dicen ¿por qué?, contesto que entre otras cosas porque tiene el Lago Inle. Me pareció fascinante pasarme un día entero en una barca observando como viven miles de personas en aldeas construidas sobre el agua, con sus calles, sus escuelas, su precioso orden, es magnífico. Observar los pescadores al amanecer te inyecta paz, y observar los reflejos del agua al atardecer te llena la vista de preciosos y vivos colores.
Recomendación: Contratar una barca para ti solo para recorrer durante todo el día el lago, lo hará más personal y especial.
2- Uluru (Australia)
Kilómetros y kilómetros de desierto, de llanuras, de inmensidades infinitas y de golpe aparece esta montaña de un granizo rojo intenso que te deja con la boca abierta. Tuve la suerte de poder subirla y observar desde esos 348 metros de altura, todo lo que me rodeaba y es sobrecogedor. Australia es un país dónde todo la naturaleza es a lo grande, y este montículo no podía ser menos, justo en medio de la nada y con un gran significado para los aborígenes.
Recomendación: Recorrer los casi 10 kilómetros de contorno que tiene la roca. Un paseo como pocos en el mundo.
3- Macchu Picchu (Perú)
Lo ideal es llegar tras hacer el camino Inca, pero según la época no es viable, como me paso a mi. Igualmente, cuando subes por la entrada y ves aparecer estas ruinas centenarias te dejan sobrecogido. Caminar horas y horas por todos sus rincones es fabuloso y a cada minuto que pasa más te preguntas como pudieron hacer esto en un lugar tan “incómodo” como este. Sin duda, reúne todos los méritos para estar en este top five.
Recomendación: Subir si o si al Huayna Pichu para observar una buena panorámica de las ruinas. Y bajar andando de vuelta hasta el pueblo de Aguas Calientes.
4- Salar de Uyuni (Bolivia)
Es tanto el Salar (una laguna de sal de 200 kilómetros de largo, la más grande del mundo) como todos sus alrededores, todos sus lagos, sus cerros, sus montañas, sus animales, un entorno increíble en definitiva. Normalmente se recorre durante dos o tres días por caminos de tierra, pero la naturaleza tan salvaje e aislada que puedes observar, bien lo merece.
Recomendación: Dormir en un hotel de sal, puede parecer algo turístico, pero es una bonita experiencia y sobretodo, una buena forma de pasar mucho frío.
5- Cataratas de Iguazu (Argentina-Brasil)
Una maravilla sin duda, estas cataratas son un reflejo de la grandeza que la naturaleza puede poner ante tus ojos. Tiene la particularidad de que se ven desde dos países, un día te vas al lado argentino y otro entras por el lado brasileño, lo que las hace más pintorescas todavía. Muchas caídas de agua, muchas pasarelas, muchos rincones de gran contraste entre la vegetación, el agua y una tierra rojiza.
“Nos vemos en el camino”