¿Cuántas veces hemos escuchado eso de si pudiera me iría a dar la vuelta al mundo un año? o eso de… ¿Cómo me gustaría hacer un año sabático para viajar? La cuestión es, que aparte de escucharlo, nosotros mismos lo hemos dicho o pensado a menudo, pero por un motivo o por otro, sólo una pequeña minoría ha conseguido llevar esta ilusión a una realidad.
Por mi propia experiencia, y tras años de hablar sobre este asunto, he llegado a muchas conclusiones. Está claro que mucha gente no puede, pero sí que es cierto, que hay mucha que sí que puede, pero no lo hace. ¿Motivo? Para mí está muy claro, una cosa es decirlo y otra es hacerlo. Es muy fácil decir que si pudiera me iría, pero a la vez es muy fácil encontrar una excusa para esconderse tras ella y no realizar un proyecto así.
Nos pasamos la vida pensando en que podríamos hacer para cambiar la rutina, pero cuando realmente podríamos hacer algo que se convertiría en el año más inolvidable de nuestras vidas, no lo hacemos… Al fin y al cabo, renunciar a las comodidades diarias no es tan fácil como parece y nos cuesta demasiado desprendernos de ellas. ¿Qué sería de nuestra vida durante un año sin móvil, internet, coche, nuestra cama, sin ver a nuestra familia, amigos, etc…? Pues en mi opinión, la experiencia más maravillosa que jamás hayamos vivido.
He tenido la suerte de encontrarme delante de esta situación en dos ocasiones, y por norma, los últimos meses antes de mi marcha todo era ejemplar, todo funcionaba a la perfección, no tenía motivo alguno para “huir” de nada, y la pregunta ¿merece la pena dejarlo todo ahora que va bien y tener que empezar de cero a la vuelta? rondaba mi cabeza continuamente. Pero a día de hoy, puedo decir que no tan solo me alegro de haber tomado la decisión de irme en esas dos ocasiones, sino que animo y recomiendo a todo el mundo que pueda, a hacerlo. Porque si la experiencia ya es inolvidable, al volver, uno se da cuenta que en un año no ha cambiado nada aquí, las comodidades siguen en su sitio y para la gente simplemente ha pasado un año más en sus vidas, pero para ti, has ganado un año a tu vida que recordarás para siempre.
Así que la siguiente vez que os preguntéis me voy o no me voy, no lo dudéis, mejor vivir con la conciencia tranquila de haberlo intentado que no toda una vida con el remordimiento del… “y si lo hubiera hecho…”.
Iván Faure
«Nos vemos en el camino»
Articulo originalmente publicado en… como conocer gente en santiago de compostela