Día 37. Llegada a Adelaide

Ya he llegado a la ciudad de Adelaide, otro de los puntos importantes que tengo marcados en el recorrido. Pasada la Great Ocean Road, el panorama cambia radicalmente, dejando las curvas y altibajos en la carretera para pasar a llanuras y grandes rectas.

australia en biciDe Warrnambool a Adelaide he hecho 781 kilómetros, en 7 etapas y 8 días, paré un día en Mount Gambier, lugar que me gustó muchísimo y aproveché para recuperarme un poquito, llevaba muchos días seguidos.

Bueno, empiezo a explicar un poco cómo han ido estos 8 días de travesía. Primero de todo, destacar que cada vez más aparecen las etapas completamente llanas, que reducen tiempo en cuanto a horas pedaleando y puedes aumentar los kilómetros, pero que incluyen alguna etapita totalmente solitaria. Todo llano y largas rectas donde estás 15-20-30 minutos en línea recta fijado (y a veces obsesionado) con esa curva del final, y cuando llegas, giras un poquito y aparece otra larguísima recta de la que no puedes ver el final. Esto, si vas un poco tocadito se hace eterno, pero si vas bien física y mentalmente, sirve para coger ritmo y hacer una buena tirada de kilómetros.

australia en biciDentro de estas etapas he llegado a estar 5-6 horas pedaleando sin ver nada más que carretera, coches y praderas y cuando he llegado al punto marcado en el mapa como pueblo, a los 70-80 kilómetros, pues nada, se trata de un matrimonio que regenta un pequeño bar con lo básico, un par de surtidores de gasolina y su casa detrás del bar.

Entramos en el inconveniente del viento en estas zonas planas, porque el día que decide aparecer no tienes donde refugiarte un poquito ni para comer tu sándwich tranquilamente, y si te viene de cara o lateral, como me ha ocurrido, te hace la vida imposible. Un ejemplo, en una etapa, cuando estaba a unos 15 kilómetros para llegar al pueblo, apareció un fortísimo viento que me tuvo casi dos horas para poder completar estos kilómetros e hizo que llegara prácticamente de noche.

australia en biciOtro día, por error o no error, decidí salirme de la carretera principal y entrar en una paralela pensando que estaría más tranquilo y sería más bonita. Pues bien, resultó ser una plantación de árboles que me acompañó mas de 100 kilómetros y tuve que estar todo el día aguantando los inmensos camiones que transportan los árboles y que precisamente despacio no suelen ir… La ruta es muy bonita, pero cada vez que te viene un camión de estos de frente, te frena en seco de la bofetada que te da, y todo lo contrario cuando va en tu dirección, te da un pequeño impulso, lo cual se hace realmente incómodo. La consecuencia desagradable en este tramo, y creo que me quedaré corto, es ver más de 40 canguros atropellados, es bastante desagradable, ya hasta me conozco el olor que hacen de memoria.

Aunque no ha habido mucha variedad en el recorrido, he podido disfrutar de un tramo muy tranquilo y poder ver y dormir en pequeños pueblos, totalmente aislados a todo, pegaditos al mar, auténticos paraísos, donde todo parece ir más despacio y el ritmo de vida es súper tranquilo. Yo, que ya considero que estoy bastante perdido por estas tierras, cuando llego a un sitio de estos y puedo disfrutar de momentos relajados en la playa, mientras atardece y espero para ir a dormir, completamente solo después de un duro día de bicicleta, tengo la sensación de estar fuera, en un mundo aparte: son momentos impagables.

australia en biciDurante estos días he vuelto a cambiar de estado, pasando del estado de Victoria al de South Australia, que me acompañará durante bastantes kilómetros. Aquí hay un pequeño cambio horario, ahora ya no estoy 8 horas por delante, estoy 7:30, pero bueno, la rutina es la misma: cuando vosotros estéis desayunando, yo ya estaré acabando la jornada y buscando sitio para dormir.

Finalmente, me gustaría hablar sobre mi última jornada porque me pasó de todo menos lo que tenía previsto. El día ya no empezó nada bien, cuando a las 2 de la madrugada estaba en la tienda con los ojos bien abiertos sin poder dormir, sobre las 7 de la mañana cuando decidí salir, al kilómetro se puso a llover, lluvia que me fue acompañando de forma intermitente todo el día. Al principio del día, apareció la famosa “pájara” que, para los que no sepan que es, pues más o menos, es que ese día el cuerpo, o en este caso las piernas, dicen que no y es que no, y no parece haber forma posible de “reanimarlas”.

A esto se le suma el frío que tenía, supongo que ayudado por no dormir bien y que estuve 50 kilómetros sin nada de comida, precisamente cuando más lo necesitaba y cuando conseguí llegar a la siguiente población la necesidad de azúcar que tenía era exagerada, así que venga a comer chocolate. Otra cosa es que a Adelaide no se puede entrar por la carretera principal, y tienes que ir buscando secundarias para acercarte a la ciudad. Fue un recorrido espectacular, de lo mejor que he visto, es para disfrutarlo, pero no precisamente ese día en mi caso, porque era durillo, y ya para rematar, a unos 10 kilómetros de la ciudad, cuando ya parece que está todo controlado, obligan a los ciclistas a desviarse por un carril especial para ellos que va por la montaña. Por suerte, cuando me temía lo peor, resultó ser lo mejor del día, 10 kilómetros seguidos de bajada hasta el centro de Adelaide.

australia en biciConclusión, finalmente pude cubrir los 120 kilómetros, pero tuve que estar 9 horas encima de la bici cuando precisamente el día anterior venia de hacer la etapa más rápida, cubriendo la misma distancia en poco más de 4 horas. Esto funciona así, nunca sabes como va a ir el día. Anécdota final de este día, ya por la noche me despisté al volver al backpackers donde duermo y acabé en el rodaje de una película. Día completo.