En este artículo no quiero hacer una defensa del viajar solo o convencer a nadie de que es mejor viajar en solitario que acompañado. La realidad de este escrito, es intentar explicar por qué creo que cada persona, alguna vez al año, por pocos o muchos días, necesita viajar solo. ¿Qué ganas haciéndolo?, ¿qué te puede pasar si lo haces?, ¿en qué te puede mejorar como persona?, todas ellas, preguntas a las que intentaré responder con lo que voy a explicar a continuación.
Llevo 15 años viajando solo y si las cuentas no me fallan, creo que sólo he viajado cuatro veces acompañado y han sido mini viajes o viajes de esos a los que yo llamo “cómodos” o “poco adrenalíticos”, es decir, a lugares muy turísticos a los que solo no iría. Pero cuando se trata de viajar a lugares aventureros, con mucha incertidumbre y cosas desconocidas, lugares donde abundan las horas muertas en aeropuertos, estaciones de autobuses o que implican largas búsquedas de hospedaje y rutas perdidas, en esos, siempre he querido ir solo.

Monje en un templo de Angkor, Camboya
Vamos allá con el por qué… dinamicas cristianas para solteros