Un slum no deja de ser un asentamiento de gente sin recursos que se instala a las afueras de las grandes ciudades y poco a poco lo convierten en un anexo de esta ciudad. Desde que aterricé a Kampala, tenía claro que quería visitar uno de estos asentamientos y a ello me puse.
Como siempre, una de las mejores maneras es hacer buenas migas con la gente del hotel de turno y que ellos te hagan las consultas, llamadas, etc… luego les invitas a una cena por los servicios prestados y todos contentos. Ellos consiguieron tras una mañana de teléfono, mails, buscar gente en Facebook y consultas en Internet, contactar con un chico que ha vivido y crecido en un slum y ahora trabaja para mejorar las condiciones de sus vecinos.