El otro día fui a ver el partido Barça-Fenerbace de Euroliga, fue un auténtico partidazo, pero por momentos me sentí raro mirando lo que veía en pista. En diferentes partes del partido ninguno de los 10 jugadores en pista era nacional, ni un solo español en el Barça y lo mismo en cuestión de turcos en el Fenerbahce. Me dio la sensación de estar viendo a 10 “tios” traídos de diferentes continentes para hacer una exhibición en Barcelona.
Ayer, (motivo por el que me decidí a escribir esto), mirando un par de partidos por la tele de equipos españoles en la Eurocup (segunda competición europea), me desanimó y provocó que cambiará de canal. Estos dos equipos españoles, a los que no había visto este año todavía, no se parecían en nada a los del año anterior. Habían cambiado entre 8 y 10 jugadores de sus plantillas en solo unos meses, la mayoría de jugadores eran de fuera, muchos americanos nacionalizados de países que ni conocen y una falta de comunión entre jugadores que me dejo muy frío, tanto por parte de los equipos españoles como sus rivales, con la misma Torre de Babel en cuanto a composición de plantilla se refiere.
Hace años que pasa esto, y hace años que se debería poner una solución. Yo crecí con mitos del baloncesto, en una época dónde los jugadores pasaban 10 años en sus clubs, dónde jugaban dos extranjeros por equipo y normalmente estaban muchos años defendiendo la misma camiseta, y dónde te identificabas con los jugadores hasta hacerlos tuyos. Ahora mismo me cabrea cuando cada verano cambian un mínimo de 6-7 jugadores de los 12 que componen una plantilla, y me fastidia ver que la mayoría son de fuera con un nivel muy justito que me hace dudar de que no haya nada igual en el propio país (y posiblemente cobrando menos con lo que solucionarían muchos problemas económicos a los clubs) y me fastidia que el equipo campeón de Europa de este año lo haga con 5 americanos en pista a la vez. Evidentemente no es porque sean de fuera, sino porque me parece surrealista que alguien gané un título para un club de un país, y que ninguno de esos jugadores sea de ahí ni pasará un solo día más en ese lugar del que dice su contrato.
De las pocas cosas que envidio del fútbol respecto al baloncesto, por no decir la única, es que en fútbol los contratos son de 3-4-5 años, se cumplan o no, es más común que un jugador pase mínimo 3 años, ya sea estatal o extranjero, algo, que por desgracia no pasa en el baloncesto, dónde los contratos son por un año e incluso hasta de 1 mes, o la barbaridad de contratos por 10 días. ¿Así como quieren identificar a los espectadores con el equipo? ¿Cómo pretenden que los veamos cercanos si cuando miras un partido, no conoces ni la mitad de los jugadores? En mi caso, cuando veo algo así, mi pensamiento mientras miro el partido es que los jugadores vienen a lo que vienen y les da absolutamente igual el equipo, el club, el idioma y la ciudad.
Cada día hay más egoísmo en el juego y menos “piña” como equipo, han pasado de profesionalizar al máximo a perder la realidad de la situación y pretenden que el aficionado fidelice con el equipo y no entienden como cuesta que la gente renueve sus abonos año a año. Igual primero tienen que fidelizar jugadores con el club, y esto cada día pasa menos y empieza a ser preocupante.
Para mi es el mejor momento del baloncesto en este país y con todo esto perderemos muchas opciones de enganchar a mucha gente. Si ahora se vive este buen momento es porque estos jugadores actuales crecieron ilusionados con esa generación de “héroes” a los que idolatraban y que durante años defendían los colores de su equipo.
Toca reflexionar, mientras tanto yo seguiré creyendo que un grupo humano más fuerte y conjuntado obtiene mejores resultados que un grupo de jugadores muy buenos que se hablan en idiomas que no son los suyos de nacimiento. No le veo mucho sentido que los franceses jueguen en Italia, los italianos en Grecia, los griegos en España, los serbios en Alemania y los alemanes en España y nadie en su país… un poco raro todo.
Creo que una solución evidente debería ser poner un mínimo de 6-7 nacionales por equipo en cada país y de esa forma se tuviera que trabajar a conciencia la cantera para sacarle rendimiento, algo que hoy en día los grandes clubs no hacen mucho.
Simplemente una reflexión…
Iván Faure
“Nos vemos en el camino”