Llegué tras muchos meses visitando monumentos arqueológicos míticos y estaba algo cansado de tanta piedra, pero tengo que reconocer, que Angkor es diferente. Te gusta, te engancha, te apasiona y te pide dedicarle varios días.
Lo más divertido es alquilar una bici y recorrer los diferentes templos repartidos por todo el complejo durante 3 días. Verlos al atardecer, ver los mismos pero al amanecer, todo es diferente, con gente, a solas, con algún monje intentando hacer su vida entre tanto turista curioso trepando las ruinas. Una maravilla en definitiva.
Ver fotos de… sitio de citas colombia
“Nos vemos en el camino”