..doy inicio a las crónicas desde Australia, desde el pequeño pueblo de Eden, situado a mitad de camino entre Sydney y Melbourne. Como podréis suponer, en estos primeros días de travesía la acumulación de sensaciones es exagerada, y se hace difícil empezar a explicarlas, pero bueno… iré a lo fácil que son los números.
He recorrido 655 kilómetros en 10 etapas (me referiré con “etapas” a los días que estoy sobre la bicicleta): dos días me los tomé para mí, para relajarme y visitar la zona. Según estos kilómetros, tendría que estar mucho más cerca de Melbourne, pero unos 200 están hechos fuera de la ruta prevista, he aprovechado siempre que he podido para adentrarme en los Parques Nacionales, carreteras pequeñas que te llevan recorriendo los pueblecitos de la costa, salirme para dirigirme a las playas o sitios más solitarios para poder acampar, etc.
Sobre el tema de las carreteras me gustaría comentar que quien piense que Australia es llano, se equivoca. Cierto es que no hay grandes desniveles, pero creedme que, de los 655 kilómetros, en llano no habré hecho ni 50, todo lo demás son 300-400 metros de subida, 300-400 metros de bajada, y así te pasas todo el día, es un auténtico rompepiernas, no puedes coger el ritmo nunca.
Dos cosas, que no por conocidas, me están creando bastantes problemas, uno es el frío, pasar de los 35/40 grados el día que me fui de Barcelona, a los 0-5-10-15 y excepcionalmente algún día hemos llegado a 20 grados, pues incomoda bastante, sobre todo por la mañana cuando hay que arrancar. Y la otra es la luz, aquí antes de las 6 de la tarde ya está completamente oscuro y eso hace que tengas pocas horas de margen y sobre las 4, a más tardar, tienes que ir buscando un sitio para acampar porque la temperatura a partir de esa hora baja muchísimo.
Por lo demás los considero unos buenos días de aclimatación a cosas como el trailer donde llevo todo, a conducir por la izquierda, (¡¡¡buff!!! ¡qué peligro cada vez que viene una rotonda o un cruce! es un lío como no estés atento), y sobre todo a las “posaderas”, qué mal que lo estoy pasando con ese tema… espero que con el tiempo mejore el asunto. Y por último me gustaría comentar el cambio tan radical que supone el tener y no tener cosas tan cotidianas como música, tele, móvil, Internet, comida (la dieta que tengo que hacer no tiene nada que ver con la habitual), higiene, hablar con alguien, pueden pasar días y sólo intercambias saludos… pero bueno, es parte de la aventura.
Para los que quieran entretenerse, pongo donde he pasado las noches: Stanwell Park, Wollongong, Gerringong, Jarvis Bay, Milton, Pebbly Beach, Moruya Heads, Mystery Bay, Middle Beach y Eden, me gustaría destacar Pebbly Beach, abrir la cremallera de la tienda por la mañana y lo primero que te encuentras son dos canguros comiendo delante de ti, es todo un espectáculo.