Ir a la galería para ver las fotos en grande…
Como ocurre siempre que estoy viajando, la información sobre sitios interesantes llega un poco preguntando y un poco por casualidad. En vez de quedarme con los sitios más populares, siempre opto por conocer y retratar la vida local, escenas cotidianas de las culturas que visito. Así fue como pregunté por zonas marginales, no sabía qué había pero imaginé que como en toda gran ciudad existiría algo, y que sería interesante para mí. Así fue como me dijeron que había gente viviendo en los cementerios. Eso quería verlo y fotografiarlo, sin duda. Pedí a un chico que trabaja en el hostel que me acompañara para hacerme de guía y traductor, ya que no era lo suyo ir solo, difícil y no creía poder acercarme a la gente para retratarlos a menos que alguien mediara por mí.
Nos dirigimos en taxi hasta el North Cemetery y… era alucinante, inmenso: una ciudad entre tumbas!!! Lo primero que vi fue un grupo de jóvenes jugando a baloncesto entre lápidas, mototaxis llevando a la gente de calle en calle dentro del recinto, tiendas, y lo más impactante, lo que antes eran panteones, ahora son casas. Las tumbas siguen ahí, pero están rodeadas de ropa, televisores, ventiladores y mucha gente haciendo su vida normal entre difuntos.
Sin duda, una experiencia sobrecogedora.
El chico que me acompañaba no las tenía todas consigo, y me decía que entre foto y foto escondiera la cámara, que fuéramos con mucho cuidado, por lo que yo, por falta de conocimiento, le hacía caso. No pudimos entretenernos mucho porque él desconfiaba, así que no hice a tiempo de fotografiar todas las situaciones que me hubiera gustado. Yo no paraba de decirle que si de mí dependiera, me quedaría todo el día haciendo fotos, que es una de esas cosas poco frecuentes y, en lo personal, la primera vez que lo veía. Pero a pesar de mi insistencia, tuvimos que irnos por seguridad. Tras una horita recorriendo callejones en busca de fotos, mi guía me dijo que era mejor irnos y así lo hicimos, no estaba cómodo y tampoco quería forzarlo.
Pongo las fotos del North Cemetery…
De vuelta al hotel, callejeando entre el tráfico insoportable de Manila, pasamos de casualidad por otro cementerio. Este era pequeño, y fui yo el primero en entrar y en imponer un poco el ritmo. Nada más entrar la sensación fue otra, la gente era mucho más receptiva, muchas bromas, buen rollito y mucho feeling para hacerles fotos. El tiempo apremiaba, se hacía de noche, y entre la adrenalina a todo desarrollo y el poco tiempo, la intensidad del momento fue máxima. Conseguí conectar mucho con la gente de este segundo cementerio y pude manejar mejor los tiempos y las fotos. Objetivo conseguido!
Fotos de este segundo cementerio…
“Nos vemos en el camino”