1- Dónde fueres haz lo que vieres
Ante la pregunta ¿qué aconsejas a la hora de viajar? siempre me gusta dar este consejo… “dónde fueres haz lo que vieres”. Mezclarse con la gente local, viajar en sus medios de transporte, comer en los restaurantes donde van ellos y hablar continuamente con la gente del país que se visita. Dejar de lado las guías de viajes, mejor preguntar a los locales que pasarse el día mirando esos libros, mucho mejor que los autóctonos te organicen el viaje. Creo que es esencial cuando viajas mezclarte todo lo que puedas con su estilo de vida y hacerlo con la mente muy abierta, de esta forma disfrutaras más el viaje y ellos te verán con otros ojos que si solo hablas con ellos cuando toca comprar un souvenir o montar una excursión.
2- No usar animales para turismo
Incomprensible, feo, detestable, no lo entiendo, me duele en el alma y me preocupa. Cada vez que veo a los turistas subidos en camellos, carros de caballos, con serpientes en el cuello para la foto, o dando de comer a animales disfrazados y atados a una cadena, me entra muy mala leche. El trato que le dan a esos animales por nuestra culpa, es irracional y con mucho maltrato. La única forma que entiendo para parar esto es dejar de usarlos como objetos turísticos. Toca poner cada uno nuestro granito de arena.
3- Regatea con conciencia
A veces perdemos un poco la realidad de lo que cuestan las cosas cuando nos ponemos a regatear, y lo llevamos a extremos muy exagerados. De vez en cuando merece la pena “perder” un regateo y acabar pagando un poquito más, teniendo en cuenta que muchas veces hablamos de céntimos de euro. Hay que pensar que para nosotros bajar 50 céntimos de euro no es nada pero para ellos puede ser mucho, mejor “perder” y que se ganen esas moneditas de más.
4- Disimular que eres turista
Si se puede evitar ir con chanclas, calcetines blancos, pantalón mochilero, la cámara colgando y una visera en la frente, conseguiremos pasar un poco más desapercibidos. Siempre he pensado que lo mejor es ir con ropa normal y una pinta lo más parecido al país dónde estés de viaje. Cuanto menos se llame la atención más desapercibido pasarás, menos problemas con el asunto de llamar la atención para evitar percances con los “malos” y probablemente más cercano te verán con lo que eso implica, mejores experiencias con la gente local.
5- No pagar por fotos
Lo veo mucho, lo piden mucho, y se hace mucho. Mucha gente me comenta que pago por las fotos porque vuelvo con muchos retratos de mis viajes, pero a día de hoy, puedo asegurar que no he pagado nunca por una foto ni creo que se deba hacer. No gusta ver que vengan niños a pedir una foto seguido de un “money”, ni gente mayor que se “disfraza” cada día para parecer exótico en un lugar turístico y pedir que les hagan fotos a cambio de dinero y muchos casos de este tipo.
6- Preguntar antes de hacer las fotos
Hay mucho paparazzi indiscreto, mucha tendencia a creer que ser turista ya nos da derecho a sacar la cámara y fotografiar a quien sea, donde sea y como sea. Siempre es importante acercarse con respeto a alguien que quieres fotografiar, y más importante e imprescindible es preguntar primero si no le importa que le saques una foto. No vale todo para sacar una foto, y en mi caso, pierdo muchas instantáneas por preguntar y encontrar una respuesta negativa, pero prefiero “perderlas” a “vacilar” de foto sacada de alguien que no quería.
7- No darle dinero a los niños
Viajando nos encontramos con muchas peticiones de limosnas, y sobretodo en los países mal llamados tercer mundo, dónde hay auténticas mafias y he escuchado historias tan inhumanas como la de padres mutilando a sus propios hijos para que den más pena a la hora de pedir, o padres que maltratan a sus hijos de 4 y 5 años si no vuelven con un mínimo de dinero cada noche. No es el camino a enseñarles ni nuestra moneda les salvara de nada.
“Nos vemos en el camino”